La discoteca Pose de Petrer ha hecho algo nunca antes visto en un local de copas. Estrenó con éxito El fantasma de la ópera, un teatro musical de género dramático que consiguió agotar las entradas en muy poco tiempo y cuyo escenario era la propia sala. Esta presentación abre el camino a nuevas obras dramáticas que llegarán a este espacio, que aúna el ser una discoteca con acoger eventos culturales.
El público asistente disfrutó de este espectáculo a cargo de Peloki Teatro y cuyas canciones fueron en riguroso directo. El convertir la sala en el escenario fue una puesta en escena arriesgada y compleja, pues demostró tener una minuciosa escenografía que resaltaba con el juego de luces y sombras.
El personaje del fantasma fue interpretado por el tenor José Luis Ortega, actor y cantante con una amplia formación en teatro musical, comedia y canto con profesores como la eldense Cristina Antón, entre otros, destacando sus papeles protagonistas en Orgullo y Prejuicio, Mucho ruido y pocas nueces, Sueño de una noche de verano o Los miserables. Vinculado también al mundo audiovisual no solo como actor, sino también como productor y director artístico en La Zertín, este artista tan polifacético vuelve a colocarse la máscara de nuevo con maquillaje a cargo de Julia Carpio.
Por su parte, Keysy Lindsey interpretó a la soprano Christine Daaé. Cantante, corista, bailarina y coreógrafa, se ha formado en ballet clásico y español, jazz, flamenco, claqué y danza contemporánea y folklórica, y participado en producciones como El mago de Oz, Cenicienta, La Bella durmiente, Cats, La princesa y el guisante, La Sirenita, Coppelia, La bella y la bestia o El Cascanueces. En teatro musical destacan sus papeles principales en Tom Sawyer de Broadway, Legalmente rubia, El pirata, Los miserables, Sweeny Todd, y ha colaborado además con varias compañías de zarzuela, siendo miembro del coro del Teatro Principal de Alicante y tras estudiar en el conservatorio de Danza José Escudero, compagina todo ello con la carrera superior en pedagogía de danza clásica.
Completaba el elenco artístico Javier Villalobos en el papel del Vizconde Raoul. Actor, cantante y animador, inició su formación a los quince años, y actualmente es estudiante de interpretación musical en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia. Lleva desde los diecisiete años trabajando a nivel nacional en musicales como: Kimba, la Leyenda del León, ¡Un Poco Loco! Tributo a COCO, La Reina del Hielo o Mágica Música y también ha trabajado en el mundo audiovisual de protagonista en proyectos como Adelaida o La Bailarina de Cristal.
La adaptación y dirección corrió a cargo de Paloma G. Santiago, fundadora y directora a su vez de la compañía Peloki Teatro desde 2012, que lleva ya a sus espaldas más de 20 obras de teatro escritas y dirigidas por ella, la mayoría musicales. Es autora de libros infantiles como La torre de Adriana o Una infancia en verso, así como de la exposición de fotopoemas sobre Miguel Hernández que lleva por título Asómate a mi alma. Compositora de temas para cine y teatro, siempre ha sentido debilidad por la música y la poesía, y ha organizado numerosos recitales. Además, ha hecho sus pinitos en el cine con el guion y dirección de la película Maena, entre otras. Actualmente compagina todo ello con su trabajo en la dirección artística y programación cultural de Pose.
Los actores atraparon al público desde el primer momento.
En el equipo técnico se contó con la profesionalidad de Discomix Audiovisuales en sonido y de DJ Mat en iluminación y efectos.
Santiago destaca que “fue sin duda, una tarde llena de magia en un espacio reinventado para fusionar ocio y cultura, artes escénicas y plásticas, un formato sin precedente que se retomará ya después del verano con la adaptación de los clásicos musicales West Side Story y Los Miserables, sin perjuicio de repetir con nuevas entregas de El fantasma de la ópera”.
Con este tipo de apuestas, la sala Pose busca posicionarse como un local de referencia en la comarca con su amplia programación artística y cultural.